La zoofilia o sexo con animales es uno de los trastornos mentales más comunes que podemos encontrar. Y aunque se considera dañina y abusiva, lo cierto es que hay muchos datos interesantes sobre ella. ¿Quieres saber cuáles? ¡No te lo pierdas a continuación!
La zoofilia, también llamada bestialismo, bestialidad, zoosexualidad o zooerastia, es la atracción sexual por animales no humanos. El término fue acuñado por el sexólogo Richard von Krafft-Ebing a fines del siglo XIX. Y es una combinación de las voces griegas zoon, “animal”, y philia, “amor”, así que se puede traducir literalmente como “amor por los animales”.
Se considera una enfermedad mental bastante común, ya que estudios revelaron que al menos el 3,6% de los hombres y el 8% de las mujeres la padecen, el 17% de ellos de zonas rurales. A estas personas se les llama zoófilos, zoofílicos o zoosexuales.
Actualmente es catalogada como pecado por varias religiones y como delito en numerosas legislaciones, aunque otras simplemente no la tienen en cuenta. En cambio, los psicólogos están bastante de acuerdo en considerarla, como ya vimos, una enfermedad mental. Más precisamente una parafilia o patrón de comportamiento sexual atípico.
Algo curioso es que los zoófilos no suelen sentirse atraídos por cualquier especie animal, sino que el grueso de ellos tienen ciertas preferencias. Estas pueden incluir una sola especie, pero también varias. Y, de hecho, los hay quienes no sienten atracción sexual hacia los humanos.
Sin embargo, la zoofilia no siempre fue mal vista. Se sabe que ya se practicaba en la Prehistoria, como evidencian las pinturas rupestres con más de 10.000 años de antigüedad que se pueden hallar en una cueva en Val Camonica, en el norte de Italia.
Además, hay muchas referencias a la zoofilia en las escrituras hindúes y en el arte védico. Píndaro, Herodoto y Plutarco hablaron sobre los rituales egipcios que incluían sexo con cabras. Y muchos pueblos mediterráneos de la Antigüedad incluían el bestialismo en sus ritos religiosos, posiblemente para favorecer la fertilidad de los animales domésticos.
De hecho, tanto la Antigua Grecia como en la Roma Imperial la zoofilia era considerada algo normal e incluso un espectáculo que disfrutaban ls personas de todas las posiciones sociales. Un entretenimiento muy común en Roma consistía en someter a los esclavos y prisioneros de guerra a la cópula con animales adiestrados para tener sexo con humanos.
Además, se sabe que la zoofilia ha sido una práctica sistemática en las regiones rurales de todo el mundo durante milenios. Por ejemplo, es bastante frecuente que jóvenes campesinos tengan sexo con animales antes de su primera vez con una mujer. E incluso se conoce de hombres de avanzada edad que siguen practicando esta “modalidad” sexual.
Casi todos los expertos están de acuerdo en que las causas de la zoofilia son la soledad, el aislamiento y la dificultad para encontrar un compañero o para mantener relaciones sexuales favorables con otras personas. En otras palabras, tener sexo con animales resulta a veces la única opción sexual y sentimental que tienen los zoófilos.
El hecho de que entre humanos y animales domésticos se cree una profunda conexión emocional facilita el proceso. De este modo, los zoófilos tienen a humanizar a sus mascotas y tener por ello los mismos sentimientos que manifestarían ante una persona. Cuando añadimos las causas antes mencionadas, no es de extrañar que la zoofilia sea tan común.
Hasta aquí, todo lo que has de saber sobre la zoofilia. Si te gustó el artículo, compártelo con tus amigos de las redes sociales o déjame un comentario para saber qué opinas del tema.
Esta entrada ha sido publicada el 21/05/2020 10:30
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