De gustos, fetiches y parafilias está llena la humanidad, pero sin dudas dos de los más curiosos son la somnofilia y la sexsomnia: pues se encuentran relacionados con el sueño.
¿Te causa curiosidad conocerlos más profundamente? Te contamos todo al respecto en este post.
¿Qué significa somnofilia y sexsomnia?
Tal vez ya hayas escuchado el término de somnofilia, o que por lo menos te suene… ¿Y si te decimos que también se le llama Síndrome de la Bella Durmiente? Porque ya sabes que la versión original de la historia pasó mucho más que un casto beso, ¿no es así?
En definitiva, que la somnofilia se refiere a la preferencia por mantener algún tipo de contacto sexual con una persona dormida (o en estado de inconsciencia).
Y aquí puede que te salten las alarmas porque, en nuestro día a día no siempre coincidimos con respecto a libido con nuestra pareja, y quizás alguna vez esta se haya aproximado a ti en medio de la noche con todos los ánimos de un conejito cachondo.
Pero no, no es somnofilia: Siempre que su intención sea que te despiertes y te unas a la acción, o bien se detenga ante tu primer bufido de tipo “¡Déjame dormir!”.
Por otra parte, la sexsomnia hace referencia a un tipo de sonambulismo en que la persona se excita de manera inconsciente (pues está profundamente dormida) y podría llegar a masturbarse o a intentar tener relaciones sexuales con su pareja (o el desafortunado que se encuentre cerca).
Fetiches relacionados con el sueño, ¿están relacionados de algún modo?
A primeras luces, la sexsomnia se considera un trastorno del sueño, ya que se deriva del sonambulismo, y aunque no se han logrado determinar las causas de dicho comportamiento, tampoco se considera una parafilia, ya que el individuo actúa de forma inconsciente.
Este trastorno puede generar malestar en el individuo, y causar problemas con su pareja (además de alguna posible acusación por violación – o su intento-). De modo que cuando se detecta, es conveniente consultar a un especialista para lograr controlar el problema en caso de que dicha conducta sea frecuente.
Por otra parte, la somnofilia si es totalmente controlada: la persona prefiere que su compañero sexual se encuentre dormido.
Difícilmente podría considerarse simplemente un gusto o fetiche, ya que la otra persona no se encuentra consciente y por tanto no es capaz de consentir la actividad sexual (aunque no descartamos que existan personas dispuestas a tomar somníferos o fingir estar dormidas durante todo el proceso para satisfacer una fantasía de ese tipo):
Usualmente los somnófilos recurren a drogas y somníferos para dormir a sus víctimas, de modo que debería considerarse una violación. La inconsciencia de sus compañeros sexuales es la única forma en que estos logran excitarse y llegar al orgasmo, pero ¿por qué?
Las posibles causas apuntan a que esta persona desee controlar y dominar a la otra persona. Además, podría ser una forma de sustituir parafilias más riesgosas y extremas como la necrofilia, es decir, tener sexo con cadáveres.
La somnofilia puede tener distintos niveles. Desde la persona que siente excitación al observar a su pareja dormida, la que se masturba, se frota y la que llega a agredir sexualmente para satisfacer su deseo. Todas ellas (exceptuando tal vez la primera) requieren la ayuda de un sexólogo.
¿Ya conocías sobre los términos somnofilia y sexsomnia? ¿Has tenido alguna experiencia relacionada con alguna de las dos? Déjanos tu opinión en los comentarios.
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