Es común que haya cierta confusión entre las palabras “sexo” y “género”. Y no son pocos los que las utilizan indistintamente, como si fueran sinónimos. Pero hay diferencias sustanciales entre ambas. Veamos cuáles son.
¿Qué son el sexo y el género?
El sexo es un conjunto de características biológicas que diferencian a los seres vivos según el rol que juegan en la reproducción de la especie. Esto, como es lógico, se vale también para los seres humanos. Entre un macho y una hembra hay diferencias genéticas, fisiológicas y anatómicas que determinan una disparidad de rasgos tanto físicos como psicológicos.
En cambio, el género es una construcción social y cultural, un conjunto de ideas, comportamientos, patrones de conducta, roles y atribuciones que la sociedad considera asociados a un sexo o al otro. En este sentido, es algo que cambia con el tiempo, pues tiene más que ver con la apreciación con que la biología.
Por ejemplo, tradicionalmente se ha determinado que la niña debe usar vestidos y jugar con muñecas, mientras que el niño debe usar pantalón y jugar con soldaditos. O que la mujer debe dedicarse a la maternidad mientras que el hombre a buscar dinero y mantener a la familia.
También tenemos la percepción común de lo femenino y lo masculino. Se supone, por tradición, que la feminidad es sinónimo de pasividad, delicadeza y sensiblería, mientras que la masculinidad se asocia con el liderazgo, la fuerza y la aventura. De este modo, las mujeres representan al “sexo débil”, y los hombres al “sexo fuerte”.
Como ves, se trata de estereotipos muy arraigados en la sociedad y desarrollados a lo largo de miles de años. Y aunque los ejemplos que te puse son bastante tradicionales y de fuerte contenido machista, no son pocos los estereotipos de género que se salen del marco patriarcal.
Un ejemplo de ello es el debate, bastante frecuente en círculos feministas, de si realmente una mujer trans no está perpetuando los estereotipos machistas al querer adoptar los patrones de comportamiento, vestimenta, etc., socialmente aceptados por la comunidad patriarcal como femeninos.
Sexo vs. género: ¿cuáles son las diferencias?
Como ya vimos, el género es una construcción social, mientras que el sexo es una realidad biológica. El sexo no es algo que cambie con las percepciones de la sociedad a lo largo del tiempo. Además, tampoco se inscribe en la especie humana, sino a todas las formas de vida en que la reproducción sexual juega un componente vital. Esto no solo incluye los animales, sino también las plantas.
Otra cosa es que el sexo es dual, es decir que no admite gradientes. En cambio, el género se presenta en un continuo en que lo “femenino” y lo “masculino” puede variar en diferentes grados. Por ejemplo, en una persona de sexo masculino, pueden manifestarse desde pequeños rasgos femeninos hasta una personalidad entera que se identifica con la definición de mujer.
En este sentido, el género es performativo. Tiene más que ver con nuestra forma de pensar, sentir, hablar y actuar que con nuestra biología. El sexo, en cambio, permanece inmutable al menos en esencia. Esto incluso tras una cirugía de reasignación de sexo ya que, en última instancia, los rasgos cromosómicos que diferencian macho y hembra no se pueden modificar.
Por último, tenemos la principal diferencia: el sexo juega un papel reproductivo, mientras que el género no. El género puede experimentar las funciones reproductivas como la menstruación y el embarazo de diferentes maneras, pero no las cambia.
Hasta aquí, las principales diferencias entre sexo y género. Si te gustó el artículo, compártelo en tus redes sociales o déjame un comentario para saber qué opinas al respecto.
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