Tener sexo en público es una fantasía sexual que no pocas personas experimentan.
Pero, seamos claros, más de un 50% de las fantasías sexuales que creamos, se quedan en nuestra imaginación. Digamos que causan más gratificación en un plano ficticio en el que no existen los riesgos, las desventajas y las imperfecciones.
En este artículo exploraremos las aristas de las relaciones sexuales en público, para saber hasta qué punto podría ser una práctica sana, o convertirse en un fetiche.
El sexo en público es usualmente una alternativa para aquellas personas, casi siempre jóvenes, que no cuentan con vivienda propia o un espacio privado para explorar su intimidad. Algunas parejas consolidadas y que sí tienen su propia casa, igualmente pueden llevarla a cabo con el fin de “salir de la rutina”.
Podríamos decir que, cuando es una práctica puntual, el sexo en lugares públicos (entendemos lugares públicos, como los espacios en que existe un alto riesgo de ser descubiertos in fraganti, pero no obligatoriamente. Ejemplo: baños públicos, discotecas, coches, ascensores, escaleras o probadores) tiene las siguientes ventajas:
Ahora bien, dado que ninguna práctica sexual inusual está exenta de riesgos, el sexo en público también suele tener estas desventajas:
¿Lo probaste una vez y te gustó? ¿Saliste invicto y quieres repetir la experiencia? Pues muy bien. Toda actividad sexual que sea del pleno consentimiento de ambas personas involucradas es una práctica sana.
Ahora bien, cuando este es el único modo en que una o ambas partes de la pareja logran excitarse, o alcanzar el clímax, estaríamos hablando de un fetiche o parafilia.
Una parafilia obviamente implica cierto desajuste en la conducta sexual, que requeriría un cuidadoso análisis con algún especialista en sexología. Debemos ser muy observadores entonces.
El sexo en público es inofensivo cuando no es la única forma con la cual la persona alcanza goce sexual y puede llegar al orgasmo. Si es sólo una forma de sexo casual, voluntaria y no indispensable ni obsesiva para la práctica sexual, se considera solo una fantasía.
Pero si no cumple estos parámetros y sin duda deja de ser saludable y controlable por el individuo, o cuando es evidentemente destructiva y enfermiza, entonces estamos hablando de la Agorafilia. Que es una parafilia, y por tanto necesitaríamos de la ayuda de un profesional.
¿Crees que el sexo en público se acomoda a tus gustos sexuales? ¿Es algo que has experimentado o te atreverías a llevar a cabo en algún momento?
¿Has practicado alguna vez sexo en público? ¿Prefieres dejarlo como parte de tus fantasías sexuales? Cualquiera que sea tu elección, asegúrate de nunca ser forzado o forzar a tu pareja a hacerlo. Sin más, te animamos a dejar tu opinión en los comentarios.
Esta entrada ha sido publicada el 09/12/2020 09:30
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