Casi toda la cultura humana deriva y/o está relacionada con dos elementos: el sexo y la religión. ¿Verdad?
El sexo es no solo la manera en que nos perpetuamos como especie, sino la más antigua forma de placer que conocemos. Y la religión, un conjunto de normas y creencias, consensuadas o arbitrarias, que regulan el acto de acercarnos a las diferentes deidades para rendirles nuestra adoración.
La invitación está hecha. Continúa leyendo y descubre como se entiende y se practica el sexo en el seno de la religión más exitosa y con mayor número de fieles del mundo: la religión católica.
La religión católica nace de un conjunto de creencias heredadas del judaísmo, la antigua religión de Israel. Pero no existe algo que difiera tanto como la visión del sexo entre ambas religiones.
Para empezar, dentro del judaísmo no existe un concepto tal como la vergüenza por el cuerpo y sus atributos, y el mejor de los ejemplos es ese excelente poema de amor llamado El Cantar de los Cantares. Este monumento literario es atribuido al Rey David, donde el poeta celebra y exalta los atributos físicos de la amada y los deleites del placer carnal del sexo.
Dentro de la religión católica, por otra parte, predomina la vergüenza hacia el acto sexual y el cuerpo, sobre todo el de la mujer. El acto sexual sin fines de estricta procreación es visto como algo desagradable ante los ojos de Dios, desde que el Papa Inocencio III y Pedro Lombardo impusieron la creencia de que el Espíritu Santo se aleja del lugar donde una pareja, incluso casada, mantiene relaciones sexuales.
De aquí proviene otra gran diferencia que nos ilustra la forma en que el cristianismo ve, de forma práctica, el acto sexual: los católicos observan la tradición de no mantener relaciones sexuales los viernes, por respeto a la muerte de Jesús, los sábados por respeto a la virgen María, y los domingos por el Domingo de Resurrección.
Los Judios, en cambio, sostienen que el sábado, el shabat, es el mejor día para recordar la libertad y las excelencias de la creación haciendo el amor, porque afirman que en el lecho de una pareja casada mora la presencia divina.
¿Visiones bien diferentes, verdad?
Desde la época de San Pedro, reconocido como el fundador de la Iglesia Católica, hasta nuestros tiempos, la visión sobre el sexo dentro de esta religión ha pasado por muchas etapas, algunas de ellas muy oscuras.
Uno de los motivos de la quema de brujas durante la inquisición, por ejemplo, fue erradicar los rituales mágicos que involucraban el sexo, heredados de las antiguas religiones paganas.
Y el motivo principal detrás de todos los escándalos sexuales dentro de la iglesia es la estricta abstinencia sexual que se le exige a los ministros eclesiásticos, y esa tendencia tan humana a desear precisamente aquello que nos prohíben.
Pero con la llegada de Papas de tendencia progresista y dispuestos a abrir la rígida mentalidad de siglos anteriores, Papas como Juan Pablo II y Francisco, la visión de la iglesia católica ha ido flexibilizándose y haciéndose más tolerante, hasta el punto de aceptar las relaciones homosexuales, siempre y cuando estas tengan lugar dentro de un matrimonio establecido y bendecido por la Iglesia.
Aún queda mucho que decir sobre este tema del sexo dentro de la religión católica. Así que te invito a seguir este blog, porque en él puedes encontrar información sobre los temas más variados, de manera concisa, amena y completamente funcional.
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¡Hasta la próxima!
Esta entrada ha sido publicada el 04/11/2020 10:30
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