¿Qué es la fimosis? Síntomas, causas y tratamiento

La fimosis es una condición que cursa sin complicaciones en más del 90% de los hombres, pues se trata de un proceso natural. Sin embargo, en algunos casos conviene conocer qué es fimosis pues en los adultos puede derivar en numerosas complicaciones.

En este post, te proponemos conocer todos los detalles sobre la fimosis, sus causas, síntomas y tratamientos.

Qué es fimosis: Definición y por qué se produce

El significado de fimosis nos habla de la imposibilidad del prepucio, a menudo por su estrechez, de pasar por encima del glande y dejarlo al descubierto. Esto es algo normal en niños recién nacidos, puesto que, durante el desarrollo del bebé, el prepucio se fusiona con el glande.

Así, podemos ver que la fimosis se produce de forma natural por las siguientes causas:

• Punta del prepucio demasiado estrecha: La causa normal para niños y adolescentes.
• Superficie interna del prepucio fusionada con el glande: También normal en niños y adolescentes, pero no en adultos.
• Frenillo breve o corto: Cuando el frenillo del pene es demasiado corto como para que el prepucio pueda retraerse por completo.

En los primeros meses o años de vida, el prepucio se va retrayendo hasta dejar al descubierto el glande. Se estima que para los 3 a 4 años de vida, más del 90% de los varones ya ha solucionado la fimosis.

Sin embargo, la fimosis también puede ocurrir en adultos por distintas causas. Veamos las mismas, al igual que los síntomas que ocasionan, en el siguiente apartado:

Causas y síntomas de la fimosis

La fimosis en adultos, también llamada fimosis patológica, puede darse por:

• Balanitis: Inflamación del glande del pene que podría impedir que el prepucio pase por encima.
• Liquen escleroso: Anillo blanquecino de tejido endurecido en la zona cercana a la punta del prepucio, lo que impide la retracción.
• Infección en el prepucio: Esta puede ocurrir en pacientes diabéticos sin tratamiento, al inflamarse resulta extremadamente doloroso retraerlo.

La fimosis también puede darse a raíz de la retracción forzada del prepucio de los bebés y niños pequeños para su higiene, lo cual crea anillos fibrosos en esta zona que derivan en dicho problema.

Mientras que la fimosis congénita (habitual en niños) no suele producir problemas, siempre que se mantenga una adecuada higiene para evitar la acumulación de esmegma entre la piel del glande y el prepucio. Una fimosis patológica puede ocasionar molestias y síntomas como los siguientes:

• Balanitis: Infección del pene por la acumulación de esmegma en el espacio entre el prepucio y el glande.
• Infección urinaria: Cuando la infección causada por el esmegma sube por la uretra.
• Problemas de micción: Desde dolor al orinar hasta retención aguda de orina, la cual debe ser tratada en la mayoría de casos con sondas.
• Coito doloroso: Al no deslizarse el prepucio sobre el glande y el pene, el coito puede ocasionar dolor.
• Adherencia balanoprepucial: Cuando se unen el prepucio y el glande, se produce una adherencia que complica más la fimosis.

¿Qué tan grave es la fimosis?

La fimosis congénita se suele resolver de forma natural durante los primeros años de vida del niño. Además, muchos hombres logran convivir con esta por años sin sufrir ningún percance.

Sin embargo, en muchos otros las complicaciones que causa la dificultad de la higienización del glande y el prepucio, hacen recomendable seguir tratamientos para que remita. La peor complicación de todas puede ser la parafimosis.

¿Qué es la parafimosis?

La parafimosis ocurre cuando el prepucio se queda detrás de la cabeza del glande y no puede volver a su posición normal. Aunque en ocasiones esta se deriva de lesiones o infecciones, la población de mayor riesgo la constituyen los hombres que no están circuncidados.

La parafimosis además de causar gran dolor, puede derivar en un cambio de la coloración de la punta del pene, lo que nos habla de la pérdida de la circulación de la sangre, que podría causar en última instancia una gangrena y la consecuente pérdida de la punta del pene.

Tratamiento: ¿Cómo curar la fimosis?

Cuando el niño tiene más de 4 años, y aún presenta fimosis, es recomendable llevarlo al médico por tal causa. Él podrá recomendar una serie de tratamientos a seguir, a realizarse en casa y sin necesidad de hacer una intervención quirúrgica:

¿Cómo curar la fimosis sin cirugía?

El tratamiento conservador para la fimosis consiste en:

• Estiramiento manual: Realizando suaves masajes, se puede lograr que el tejido del prepucio se expanda a raíz del crecimiento de nuevas células que logren ampliar el estrecho anillo de piel.
• Cremas de esteroides: A partir de los 3 años, durante un par de meses, se realizan masajes con cremas como la cortisona o la betametasona, que reducen las respuestas inflamatorias del cuerpo y además adelgazan la piel. Se considera un tratamiento de gran efectividad.
• Aseo con agua y jabón: Desde el nacimiento del bebé y hasta la resolución de la fimosis, se debe lavar su pene con agua y jabón para evitar la acumulación de secreciones en el espacio balanoprepucial.

Tratamientos quirúrgicos para la fimosis

En determinados casos, y cuando se presenta la fimosis en la edad adulta, lo más recomendable para evitar complicaciones es proceder a una intervención quirúrgica, que puede ser:

• Circuncisión: Extirpación parcial o total del prepucio, de forma que el glande quede al descubierto todo el tiempo.
• Frenuloplastia: Una modificación que se realiza cuando el frenillo es demasiado corto.
• Hendidura dorsal: Se realiza una incisión en la parte superior del prepucio.
• Hendidura ventral: Se realiza la incisión en la parte inferior del prepucio.
• Prepucioplastia: Se hace una pequeña incisión en el anillo del prepucio o la banda de constricción.

En el caso de la parafimosis, casi siempre será necesario realizar una circuncisión u otra cirugía que permita aliviar la inflamación del pene de modo que el prepucio pueda volver a su posición normal.

 

Ahora que ya conoces qué es la fimosis, esperamos que estés mejor informado respecto al tema y a sus complicaciones de no tomarse medidas para tratarla.