Una buena posición sexual no solo te dará placer, sino que le otorgará demasiada satisfacción a tu pareja. Entre todo el amplio abanico de posibilidades, existen un grupo de posiciones que les brindarán todo el placer que siempre has estado buscando. Recuerda que en el sexo una parte importante es la comunicación, por esa razón es crucial que hables con tu pareja antes de realizar cualquier cosa. Dicho esto, aquí te mostramos algunas de las posiciones sexuales más placenteras.
Sobre una silla
Tu pareja se sienta sobre una silla y tú desciendes y asciendes sobre su pene. Si te encuentras de frente a él, puedes acariciar tu vagina con el glande de su pene antes de ser penetrada. En cambio, si prefieres darle la espalda, el acceso a tu clítoris quedará libre para que lo estimules tu misma o tu chico. Si tienen un espejo cerca, no duden hacerlo delante de este; ¡el componente visual avivará el erotismo!
El tornillo
Para lograr esta postura es necesario que te tumbes de espalda en la cama, de modo que tus nalgas queden en el borde de la cama, y que flexiones tus piernas hacia un mismo costado. Mientras que tu pareja deberá arrodillarse al borde de la cama desde donde te penetrará. El tornillo es una muy buena opción si te cuesta alcanzar un orgasmo, ya que se produce mucha fricción sobre el clítoris con cada movimiento.
El jinete súper hot
Apoya tus pies firmemente sobre la cama o la superficie en la que se encuentren de manera que queden a cada lado de los muslos de tu pareja. Deberás echar tu torso hacia atrás y luego descender y ascender sobre su pene. Ten en cuenta que requiere de mucho trabajo de piernas, así que será necesario que estés en forma. En cualquiera de estas tres variantes maneja los bombeos de manera vertical, de lo contrario podrás lastimar a tu pareja.
En cuclillas
Si estás bastante entrenada, puedes ponerte en cuclillas sobre él. Para ello, deberás apoyarte sobre tus pies, que quedarán al costado de sus caderas. Entonces comenzarás a descender y ascender sobre su pene. Verás que se siente súper delicioso, pero es un ejercicio que requiere de mucho estado físico. También puedes rotar tu cuerpo y tus piernas a un lado u otro de su cuerpo para cambiar el ángulo penetrativo y el tipo de estimulación que recibes.
Una nueva versión del misionero
Tu pareja se recuesta sobre ti y tu apoyas tus piernas sobre sus hombros. Es una variante de un clásico que suma mucho placer ya que la penetración se vuelve más profunda. Y si colocas las dos piernas solo sobre uno de sus hombros sentirás mucha más fricción, ¡y él también! Además, si eres flexible, la elasticidad de tu cuerpo te hará sentir súper sexy y te dará mayor confianza en ti misma.
Sentada sobre tu pareja
Siéntate encima de tu pareja y desciende sobre su pene, manteniéndote perpendicular a su cuerpo. Para estimular tu Punto G, reclínate hacia atrás y tómate de los tobillos de tu pareja. Lograrás uno de los mejores ángulos disponibles para la estimulación del Punto G. Y si tu pareja aprovecha que sus manos están libres para acariciar tu clítoris, te aseguramos que esta es una de las posiciones más sencillas para alcanzar el orgasmo.
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