Comenzar una relación significa enfrentarse a situaciones nuevas. Todo es diferente y emocionante, especialmente las primeras citas, en las que el romance y el interés por conocer todo sobre la otra persona se encuentran en el pico más alto. Y si, en el mejor de los casos, todo sale bien, afrontamos otra situación: la primera relación sexual.
¿Qué esperar?, ¿cómo comportarnos?, ¿qué hacer y qué no? Aunque no existen comportamientos establecidos porque cada quien entiende y asume su sexualidad de forma diferente, sí es necesario tener en cuenta algunos consejos para salir avante y esquivar momentos de incomodidad.
Es importante tener en cuenta que la nueva pareja no es igual que la anterior, y hay que adaptarse, es decir, tomárselo con calma”, indica. Y explica que si venimos de una relación en la que ya llevamos mucho tiempo puede resultar difícil adaptarse un poco a la nueva situación, a las nuevas costumbres, pueden verse como amenazantes, por eso lo mejor es relajarse.
Sé honesto
Hay una regla básica en la sexualidad y es no permitir nada que te haga sentir incómoda. Entonces, si sientes que la manera como te toca no es estimulante, lo mejor es decírselo. No porque sea la primera vez debes admitir algo que no te gusta.
¡Comunícate!
Esto facilitará mucho las cosas. Ser claros, sinceros y tener presente que para ambos existió un ex, por lo que no es lógico pensar que de la noche a la mañana todo el pasado desaparecerá. Todo necesita tiempo y es la forma más sana de comenzar de nuevo. No necesariamente lo que funcionaba con tu pareja anterior lo hará con esta nueva persona.
La única manera de saber si vamos por buen camino es interactuando. Aprender a comunicarnos sexualmente puede hacerse de forma verbal o no; la manera dependerá de lo que los haga sentir más cómodos. Algunas parejas prefieren probar con caricias y movimientos e ir analizando la respuesta del otro, y unas más optan por hablarlo y llegar a acuerdos.
Todos tenemos un pasado
Algunos cometen el error de concentrar su atención en el pasado. ¿Quién estuvo antes en la vida del otro?, ¿cómo eran sus encuentros?, ¿cómo era su relación en general? son preguntas que ocupan su mente. Sin embargo, lo mejor es entender que el pasado ya no importa y enfocarse en la relación que hoy quieren construir. Incluso ocurren lapsus, como llamar a la pareja actual con el nombre de la ex pareja.
Esto es algo neurológico, ya que el cerebro sabe que los besos, las caricias, la intimidad, toda su vida de pareja estaba rodeada por un nombre y que eso está cambiando y ahora tiene otro nombre.
Todo depende
El comportamiento, tanto en la intimidad como en otros aspectos, dependerá del tipo de relación, si es casual o estable. Sin embargo, lo recomendable es dejar claro el terreno que ambos pisan para así actuar sin temor y evitar que las dudas opaquen el placer.
Adiós a las inseguridades
Así como tú no estás fijándote en si tiene o no los músculos tonificados, a él tampoco le interesa si tienes un poco de celulitis. Lo mejor es enfocarte en tu propia sensualidad, en tu capacidad de sentir placer. ¡Ambos están en búsqueda del placer!
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