Para las mujeres, la mayoría de las fantasías sexuales exigen una riqueza de elementos y detalles. Por decirlo de algún modo, son más imaginativas y menos simples que los hombres. Mientras ellos buscan el concepto, ellas reproducen una historia, una escena. Por eso, en la siguiente lista encontraremos algunas fantasías que harán subir la temperatura y descubrir la forma en que realmente piensan las mujeres.
Hacerlo con el padre de tu amiga
Los roles de autoridad y dominio juegan un papel trascendental en la excitación que nace de lo prohibido y la transgresión de la norma en las mujeres. Por eso una de las grandes fantasías de ellas es poder hacer el amor con el padre de una amiga, que reúne dos
condiciones morbosas: la madurez y lo prohibido.
A veces es una persona real, pero muchas veces es simplemente un concepto: la mujer reproduce en su mente la figura ideal de un hombre maduro y atractivo que siente una atracción irresistible hacia ella, tan irresistible que ambos son capaces de cruzar la frontera de lo prohibido y lo moralmente inaceptable para dar rienda suelta a su pasión.
Hacerlo con el profesor
Una variante de la fantasía anterior es la relación sexual con el profesor, una fantasía que se reproduce en edades juveniles y que, en la madurez, suele repetirse con la figura del jefe. En ambos casos el morbo nace de la ruptura de la jerarquía y la subversión de los roles sociales.
En el cerebro de las mujeres se construye toda una historia en la que al principio ambos se atraen pero contienen sus pasiones para mantener el orden, pero acaban siendo víctimas de la tentación y se libran a una relación apasionada en la que se destruye cualquier concepto de autoridad.
Tener sexo en la playa
Quien dice la playa dice el capó de un coche, la bañera, los baños de una discoteca o un bosque. La cuestión es volar con la mente hacia un escenario que la mujer llena de detalles e incluye en un relato coherente, una historia para ser vivida en otra dimensión.
Según los estudios realizados sobre las fantasías de las mujeres, el romanticismo y las emociones juegan un papel más trascendental que en los hombres, y por eso tienden a recrear situaciones plausibles donde los matices y los adornos revelan la idea de lo realizable.
Tener sexo con otra mujer
Aunque la gracia de las fantasías es la libertad que produce el hecho de que en ellas los actos no tienen consecuencias y son secretos, los clichés sociales juegan también un rol importante en cómo construimos nuestras fantasías sexuales.
Por eso las mujeres, mucho más liberadas del estigma social de la homosexualidad, tienen como una de las fantasías preferidas las relaciones sexuales con otra mujer. En esta escena la mujer proyecta la posibilidad de un espacio de libertad donde desarrollar su feminidad con otra persona del mismo sexo, con la que puede conectar fácilmente y probar cosas nuevas.
Tener sexo con tu ex
Puesto que el vínculo emocional es más importante en ellas, la recuperación de una relación anterior en la que hay sentimientos de por miedo adquiere un morbo especial. De nuevo, los límites de lo inconveniente añaden excitación a la escena.
Y es que muchas veces las relaciones sentimentales fracasan por algunas razones que no tienen nada que ver con el sexo, y una vez en el terreno de lo imaginario a ellas les gusta reproducir aquellas escenas de sexo placentero que les gustaría repetir pero cuya ética y moral se lo impide.
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