Uno de los materiales que más llama la atención sexualmente hablando, es el cuero. En este post hablaremos de cómo se relacionan el cuero y los fetiches en la sociedad actual, pues la pasión hacia ese material es más común de lo que pensamos.
¿Quién no ha imaginado alguna vez el vestirse o ver a su pareja luciendo un atuendo de cuero? El cuero se traduce en peligro, y a todos nos encantaría experimentarlo alguna vez.
No cabe duda de que todas las personas tienen gustos sexuales diversos, y entre esas personas se encuentran los fetichistas del cuero: quienes lucen en sus atuendos e incluyen en sus prácticas sexuales este material.
Generalmente el fetiche está dado por la textura del cuero, su brillo o porque piensan que es más sexy y provocativo usar atuendos de este tipo. El cuero negro se encuentra muchas veces en otros tipos de fetiches o parafilias como el sadomasoquismo o la dominación.
Está fuertemente vinculado a estas prácticas por su textura y atractivo a la hora de vestirlo.
Aunque también podremos encontrar personas que solamente sientan placer sexual por las sensaciones que provocan su olor o tacto. Montones son las variantes en las que podemos encontrar artículos sexuales de cuero: ropa interior, látigos, disfraces, correas, máscaras, etc. la lista sería interminable.
Una de las fantasías más recurrentes en el BDSM, es la dominatrix vestida con su atuendo de cuero y látigo en mano, que te premia o te castiga a sus anchas. Te hace llevar aquella máscara de cuero que imprime su olor en tu cara y el collar se adapta perfectamente a tu cuello. Castigándote con la fusta o haciéndote lamer sus botas.
También podemos encontrar el cuero en prácticas más extremas como la momificación: Que no es más que una forma de privación sensorial, en el que solo quedan expuestas determinadas partes del cuerpo vitales, o que potencien la estimulación sexual.
Evidentemente se trata de una práctica potencialmente riesgosa porque puede conducir a una asfixia o a estados psicológicos negativos. Por ello deberíamos dejarla en manos de profesionales capacitados, y obviamente se debe contar con pleno consentimiento de ambas partes y tener palabras de seguridad.
El gusto específico por el cuero tiene varias manifestaciones, en algunos casos solo es una fantasía sexual de encontrarnos a nuestra pareja vestida con un atuendo sexy de este material. En otros nos gusta sentir su textura, olor o sabor.
Pero en el caso de que solamente encontremos placer sexual al estar esta prenda incluida ya si nos habla de una parafilia, como todas. Es decir, cuando no podemos controlar nuestros gustos y estos nos dominan necesitaríamos ir a ver a un especialista en busca de orientación.
En síntesis, no toda práctica erótica poco tradicional es una parafilia, pero se convierte en una cuando toma matices destructivos y enfermizos.
Entonces, respecto al asunto del cuero y los fetiches, ¿te sientes atraído hacia el tema? ¿Imaginas a tu pareja vestida con uno de estos interesantes atuendos, o te gustaría más experimentar el azote de un látigo? Las posibilidades definitivamente son infinitas.
Esta entrada ha sido publicada el 25/02/2021 11:00
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