Mucha gente cree que las costumbres sexuales de nuestro siglo XXI son algo novedoso que nunca antes existió.
Pero la evidencia histórica nos enseña que no hemos inventado nada, sino al contrario: solo hemos rescatado prácticas que durante siglos fueron consideradas tabú, pecado o herejía en Occidente.
Para que tengas una idea, en la Antigua Grecia se destilaban costumbres sexuales muy parecidas a las de hoy. La libertad sexual estaba extendida e incluso se veía bien la diversidad sexual, las orgías, etc.
Un tema muy interesante, ¿verdad? Por eso, quiero hablarte hoy sobre las costumbres sexuales de la Antigua Grecia. Descubrirás muchas cosas que no conocías sobre la sexualidad en la cuna de la civilización.
La sexualidad en la Antigua Grecia
Para los griegos, el sexo tenía un doble valor. Por un lado, era una infinita fuente de placer y éxtasis. Por el otro, tenía un carácter divino relacionado con las cosechas, la reproducción y la abundancia. Así que no es extraño que desarrollaran el arte sexual hasta sus últimas consecuencias.
Eso hizo que la gente de siglos posteriores los consideraran como individuos promiscuos, libertinos e indecentes. Pero tras la liberación que experimentamos en el siglo XX, volvimos a situarlos en el altar que merecen como fundadores de una rica cultura sexual.
Para que tengas una idea, la mujer tenía una gran libertad sexual (aunque no en la política). Practicaba el sexo como quisiera, sin tener que someterse al hombre y, de hecho, era ella quién tenía la última palabra cuando alguien pedía su mano.
Claro, estamos hablando de la ciudadana griega y no de las esclavas, quienes no tenían ningún derecho. No porque fueran mujeres, sino porque eran esclavas (los esclavos hombres tampoco tenían ningún derecho, ni sexual ni de ningún tipo).
En cuanto a la homosexualidad y la bisexualidad, tampoco había ningún problema con ello. De hecho, acostarse con efebos y prostitutas no era ni de lejos mal visto, y que fueras homosexual o bisexual no influía de ninguna forma en tu vida y los roles que podías jugar para el Estado.
De hecho, el propio Alejandro Magno era un conocido bisexual, y su romance con Hefestión no le trajo ninguna clase de dificultades, sino que por el contrario se convirtió en todo un paradigma.
También puedo mencionarte el caso del tirano homosexual Pisistrato, cuyos hijos heredaron las mismas preferencias. O el del Batallón Sagrado de Tebas, un ejército de élite comandado por Górgidas y compuesto por 150 parejas de jóvenes homosexuales.
Como ves, los griegos disfrutaban de una gran libertad sexual. Pero veamos ahora algunos ejemplos concretos de sus prácticas sexuales.
Prácticas de sexualidad en la antigua grecia (ejemplos)
El ejemplo más antiguo de prácticas sexuales en la Antigua Grecia, son los rituales a la Madre Tierra en la sociedad minoica. Tanto hombres como mujeres iban a los bosques para sacrificar animales y hacer ofrendas, y luego se entregaban a toda clase de desenfrenos sexuales.
Otra divinidad en cuyo honor se practicaba el sexo, era Baco o Dionisio, el dios de la fertilidad y el vino. La mejor forma de rendirle tributo era durante las bacanales, fiestas a las que asistían tanto hombre como mujeres (en un principio, solo mujeres) y en las que se bebía y se tenía sexo sin medida.
Pero no todas las prácticas sexuales tenían carácter religioso: esto se limitaba a fechas y celebraciones muy específicas. El resto del tiempo el sexo era una fuente de placer que la gente practicaba sin tapujos.
El sexo anal era una de las prácticas favoritas de los griegos, tanto heterosexuales como homosexuales. También era muy común tener sexo con esclavas, esclavos, hefebos y prostitutas, las orgías y festines donde el sexo era la atracción principal, y toda clase de prácticas que hoy se consideraría libertinas e incluso inmorales.
Pero ten en cuenta que lo que llamamos Antigua Grecia pasó por varias etapas en la Historia. Y esas libertades sexuales empezaron a ser mal vistas e incluso penalizadas por la ley con el paso del tiempo.
A finales de Antigüedad Clásica todo había cambiado, y Grecia no se escaparía de la represión sexual que marcó los próximos siglos en todo Occidente.
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