Si estás pasando por una etapa de celos o eres una persona celosa en general, aquí te daré 3 consejos inapreciables para que aprendas a manejar ese problema.
Dicen que reconocer el problema es el 50% de la solución. Así que lo primero en este caso es reconocer que tienes celos. O, lo que es muy probable, que seas una persona celosa en general. Cuando eres consciente de tus propios demonios, puedes analizarlos y ver qué es lo que los causa.
¿Qué causa tus celos? ¿Falta de confianza en ti mismo o en tu pareja? Si es lo primero, pregúntate en qué te basas para creer que te pueden ser infiel. ¿Lo han sido en el pasado? ¿Te consideras una persona poco agraciada? ¿Crees que tienes mucha suerte por haber encontrado a alguien como tu pareja actual, y te da miedo perderla?
Si la respuesta a la primera pregunta es positiva, entonces es posible que los celos se deban a que estás generalizando tus experiencias pasadas. Es decir, si te lo hicieron una vez, ¿qué impide que lo vuelvan a hacer? Pero yo te pregunto: ¿esa persona con la que estás ahora, es la misma que te fue infiel? No, ¿verdad? Entonces, ¿qué te hace pensar que esta va a hacer lo mismo? ¿En qué te basas? Es posible que, después de analizar esto detenidamente, te des cuenta de que tus celos no tenían ningún fundamente.
Ahora bien, si te consideras una persona poco agraciada o que tiene mucha suerte de estar con alguien como tu pareja, tienes un problema de autoestima. Dime, ¿qué te falta? ¿Un brazo, una pierna…? ¿Te consideras una persona desagradable? ¿Te falta inteligencia? Quizás no seas un ejemplo de belleza, ¿pero cuántas personas “feas” no has visto con parejas espectaculares? Y si de verdad eres feo o fea, y estás con alguien que supera tus ligas, ¡wow, enséñame tu secreto! Porque sin dudas debes ser alguien especial.
En ocasiones ocurre que los celos están fundamentados. Tu pareja resulta comportarse de manera sospechosa o simplemente es muy “ligera” con los del sexo opuesto. En tal caso, lo primero es preguntarte si no son ideas tuyas. ¿Cómo? No persiguiendo a esa persona. No contratando a un detectivo o haciendo el papel de uno. ¡No! Lo que debes es construir la confianza.
¿La confianza? Sí. La confianza en ti mismo y la confianza entre ambos. Ambos tipos de confianza son indispensables para que una relación de pareja funcione. De lo contrario, no vale la pena y más les valdría terminar. Porque una relación sin confianza no es una relación, es una mentira con cuatro piernas.
¿Y cómo construyes la confianza en ti? En el consejo anterior, ya te di algunas pistas. Pero lo cierto es que la falta de confianza en uno mismo no se soluciona de la noche a la mañana. Debes trabajar en ello continuamente, y buscar recursos que te ayuden a mejorar la autoestima: proponerte pequeñas metas continuamente y cumplirlas, hacer ejercicio, practicar meditación, aumentar tu círculo social, hacer las cosas que te gustan, etc.
En cuanto a la confianza en pareja, debes construirla sobre la transparencia y la comunicación. Esto significa que ambos deben saber lo que piensa y siente el otro. Que ocultar las emociones y los pensamientos nunca sea una opción. Hablen, conversen, ábranse el uno al otro.
Esto es parte de la maduración de la pareja, y una muy buena estrategia para descubrir si hay fidelidad. Porque si ves que la otra persona no se abre, que no puedes acceder verdaderamente a lo que piensa y siente, si esa persona te esquiva o te miente, es muy posible que te esté siendo infiel.
Lo mejor que puedes hacer es tener fe en ti mismo. Confía en que puedes amar profundamente y sin arrepentirte. Confía en que tu amor actuará como un ancla que evita que tu relación se aleje.
No es fácil, pero al final cuando confías en ti mismo, confías en lo que viene. Se siente confiado de que podrá manejar incluso las situaciones más difíciles, incluyendo una ruptura o un rechazo.
En conclusión, los celos pueden ser destructivos y actuar como un veneno en las relaciones íntimas. Si sigue las sugerencias y estrategias descritas anteriormente, estará en una posición ventajosa para construir su relación y mejorar la confianza que deposita en los demás.
Por último, el consejo más importante y el más poderoso antídoto no solo contra los celos, sino contra todos los estados negativos de la mente: ¡sé feliz!
Puede sonar difícil. A fin de cuentas, no puedes obligarte a ser feliz si no lo eres. Pero la felicidad es algo que surge cuando estás en armonía contigo mismo y con las cosas y personas que te rodean. ¿Cómo lograr esa armonía? Dejando de controlar. Dejando de anhelar que todo suceda como quieres.
La vida nunca es como queremos. Tú solo eres una partícula de vida entre miles de millones. ¿Por qué el Universo debería darte un trato especial? Por mucho que lo intentes, solo vas a poder cambiar y controlar pequeñas cosas, y ello a un coste terrible para tu persona. Mientras más intentas controlar, más agotado y tenso estás, y menos felicidad hay dentro de ti.
Por eso, deja que las cosas sean como son. Acéptalas e invita a tomar el té. ¿Es posible que te sea infiel? ¡Y qué! ¿Eso es motivo para perder el sueño y la tranquilidad? ¿TU sueño? ¿TU tranquilidad? ¿Eres tan poca cosa que las posibles acciones de los demás te aplastan como a un insecto? No, ¿verdad? Así que relájate ¡y disfruta de la vida! A fin de cuentas, no sabes si tendrás otra oportunidad para vivir.
Hasta aquí, los principales consejos que te puedo dar para manejar los celos. Te invito a ponerlos en práctica y disfrutar plenamente de tus relaciones sentimentales. Y, si te pareció útil, comparte este artículo con tus amigos de las redes sociales. O déjame un comentario con tu opinión o contándome cualquier experiencia que hayas tenido.
Esta entrada ha sido publicada el 07/04/2020 00:12
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