La cirugía de reasignación de sexo es también conocida como cirugía de reasignación de género o cirugía de confirmación de género. Es notable que actualmente se realicen con más frecuencia este tipo de operaciones, e incluso se habla sin tabúes al respecto, siendo cada vez más normal estos temas. Aunque todavía genera conflictos, pero se puede decir que, mucho menos que tiempo atrás.
La primera cirugía de cambio de sexo que se conoce fue en 1930, es decir hace 90 años. Pero mucho ha cambiado de aquel entonces, ya que se ha logrado grandes avances en la cirugía plástica. Logrando ser que cada vez más rápida, más segura y que cause menos trauma.
Seguro que ya has hablado de la transexualidad obviamente. Pero repasemos un poco lo que sabes antes de hablarte de la cirugía de reasignación de sexo.
La transexualidad ocurre en personas que no están de acuerdo con su sexo biológico, ya que no lo sienten como propio. Los hay de dos tipos: transexualidad masculina y transexualidad femenina. En ambos casos, los tratamientos pueden incluir la cirugía.
Cabe decir que el tratamiento es mucho más abarcador que simplemente una cirugía. Pero, centrándonos en el tema de este post, profundicemos un poco más sobre los tipos de cirugías de reasignación.
La transexualidad femenina es cuando los hombres se sienten mujer. Es decir que tienen una identidad de género femenina pero su sexo biológico es masculino.
La cirugía que se realiza en estos casos se denomina vaginoplastia o genitoplastia feminizante. Esta cirugía se puede operar de varias maneras, pero la más usual es la vaginoplastia por inversión peneana. ¿En qué consiste…? El cirujano invierte la piel del pene y del escroto con el objetivo de crear una vagina, lo más estético posible y funcional.
Pero también está la vaginoplastia con colgajo rectosigmoidal pediculado, que consiste en utilizar la parte final del intestino grueso para crear la vagina. Teniendo en cuenta las características del paciente, el cirujano determinará cual es la cirugía más adecuada.
Las personas que sufren transexualidad masculina nacen con sexo biológico femenino pero se identifican como hombres. La intervención quirúrgica que construye un pene a partir del clítoris, se le denomina metaidoioplastia. Previamente se realiza un tratamiento hormonal para lograr la hipertrofia (aumento excesivo del tamaño) de este órgano. Se logra dar forma de un pequeño pene, con la mayor funcionabilidad posible, aunque no es capaz de realizar la penetración sexual.
También está la faloplastia, otra de las técnicas realizadas en las cirugías de reasignación de sexo. En este caso, el sexo es construido con tejidos de otras partes del cuerpo. Por ejemplo, la piel del antebrazo posibilita una mayor longitud. Este tipo de cirugía emplea prótesis testiculares. O, en una segunda intervención prótesis, peneana según el caso.
Y no faltan otras cirugías estéticas masculinizantes y feminizantes, tanto faciales como corporales. Por ejemplo, la rinoplastia, el lifting frontal, la mentoplastia, la mamoplastia y la lipoescultura.
Ahora que ya sabes un poco más del tema, qué crees sobre las cirugías de reasignación de sexo o cirugías de reasignación de género. No olvides compartir este post en tus redes sociales favoritas y dejarme un comentario para saber qué opinas.
Esta entrada ha sido publicada el 06/10/2020 10:30
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