Seguramente has oído hablar de los juegos límite o edgeplays en el BDSM, pero es posible que todavía no tengas claro qué son. Después de todo, da un poco de miedo meterse con las cosas extremas, ¿verdad? Pero aquí te quitaré los temores hablándote sobre lo que son los juegos límites y cuáles constituyen sus mejores ejemplos.
Definir lo que son los juegos límites puede ser bastante complicado. Porque, como sabes, los límites dependen de cada persona. Lo que resulta extremo para uno, quizás sea bastante normal para el otro.
Dossie Easton y Janet W. Hardy, autores del libro The New Topping Book, describe el “límite” como aquel lugar “donde las cosas empiezan a parecer arriesgadas, donde empiezas a sentirte vulnerable, el borde del acantilado que mira sobre tu abismo personal”.
Así que un juego límite consiste en “jugar al límite de tu habilidad y conocimiento”, una práctica sexual en la que “encontramos la aceptación de emociones y comportamientos que serían inaceptables fuera del espacio de la escena”. Es decir, meterse de lleno en la boca del león, aceptando que tendrás miedo, nerviosismo y hasta conflictos interiores que te pondrán entre la espada y la pared.
Pero al mismo tiempo ofrece un gran placer y permite la expresión de la orientación sexual y la tolerancia al dolor, y manejar la germofobia, el miedo a la humillaci
Esta definición no parece ser muy específica, sino más bien algo subjetivo, pero es la mejor definición de juego límite o edgeplay que puedes encontrar. Eso sí, hay ciertas prácticas que son consideradas juegos límites por el grueso de la comunidad BDSM. ¡Y lógicamente por los demás! Veamos cuáles son.
Algunos de los ejemplos de juegos límites más representativos son:
También llamado hipoxifilia o asfixia erótica, consiste en bloquear la respiración propia o de la pareja mediante semiestrangulación, el empleo cuerdas y mordazas, cubrir la cabeza con objetos de nylon, plástico o látex, etc.
Está muy relacionado con la hematofilia o hematolagnia, que es una forma de vampirismo. Dos formas muy comunes de Blood play es hacerle sexo oral a una mujer con menstruación y usar objetos afilados o cortantes para extraer un poco de sangre.
Aquí entran la urolagnia o Piss play (placer al orinar a la pareja o ser orinado por ella), y el omorashi (placer de contener la orina hasta mojarse), entre otros.
Es cuando el sexo involucra heces fecales, por lo que está muy relacionado con la coprofilia. Es decir, obtener satisfacción sexual a la vista, el olor o la sensación de las heces, al untar heces o defectar en el cuerpo de la pareja, y hasta comérselas.
También llamado “consentimiento no consensuado” es una práctica que implica realizar un acto sexual no consensuado en el momento. En otras palabras, consiento dejarte hacer lo que quieras, aunque yo no.
Esta es la práctica BDSM por antonomasia. Consiste en mantener el intercambio de poder a tiempo completo, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a menudo en la convivencia normal de la pareja. En efecto, se trata de un estilo de vida en pareja puramente BDSM.
El TPE se podría ver como una modalidad del juego BDSM 24/7 en que las relaciones de poder no cambian, sino que el dominante mantiene su control sobre el sumiso en todos los aspectos. No solo en el sexo, sino en la vida cotidiana.
Como ves, se trata de prácticas sexuales realmente desafiantes y, sin dudas, solo para valientes. Por eso te pregunto, ¿lo harías? Déjame tu respuesta en un comentario o comparte este artículo en tus redes sociales para ver qué dicen tus amigos sobre los juegos límite o edgeplays.
Esta entrada ha sido publicada el 25/06/2020 10:30
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