Tener deseo sexual con frecuencia es algo normal, saludable y una señal de vitalidad. Pero algunas personas pierden el control y se dejan dominar por este deseo: se convierten en adictos al sexo. Y esto puede llegar a ser perjudicial. Por eso, hablemos un poco sobre la adicción sexual: qué es, síntomas, causas y soluciones.
La adicción al sexo, también llamada hipersexualidad, es la incapacidad de controlar el comportamiento sexual. Es decir que el adicto al sexo no solo acostumbra a tener un deseo sexual más intenso de lo normal, sino que es incapaz de refrenar sus impulsos.
La adicción sexual puede ser causada por multitud de factores. Entre los más comunes se encuentran el malestar emocional y la soledad afectiva, combinados con la falta de autocontrol.
Lo que los adictos al sexo buscan es compensar su propio malestar o carencias afectivas a través de la actividad sexual. Y, al carecer del suficiente autocontrol, no son capaces de frenarse ante los excesos. Por ejemplo, tener sexo muchas veces al día, ser infieles con frecuencia, etc.
En otras palabras, buscan llenar un vacío. Pero lo cierto es que la actividad sexual no es capaz de llenar sus vacíos por sí misma, y de todas formas la compensación es efímera.
Cuando el placer y la satisfacción pasan, vuelven a sentirse tristes, enfadados, ansiosos, inquietos o angustiados. Y buscan de nuevo la actividad sexual. Así en un círculo vicio del cual no pueden liberarse.
Esto empeora si tienen fácil acceso a material erótico y pornográfico, como casi todo el mundo. Este material solo alimenta sus ansias de sexo y les dificulta controlar o dejar pasar sus impulsos.
Pero el malestar emocional, la soledad afectiva y la falta de autocontrol son síntomas superficiales. Detrás subyacen causas más profundas, como un complejo de inferioridad, problemas familiares durante la crianza o haber sufrido abusos en la infancia.
Además de ser esclavo de tus impulsos sexuales y no poder centrarte lo suficiente en otras actividades, ser un adicto sexual puede ser causa de aislamiento social, trastornos de ánimo y ansiedad, y hasta desencadenar adicciones a las drogas.
Pero también hay consecuencias que trascienden al propio individuo. Al estar tan centrados en el sexo, descuidan la familia, los amigos y el trabajo. Esto puede deteriorar gravemente su situación familiar, social y laboral, llegando a una crisis general en la vida.
Hay que mencionar también el daño sentimental a la pareja, ya que un adicto sexual puede ir desde culparla por su propia insatisfacción sexual, hasta serle infiel con otras personas. Y no podemos olvidar otro peligro implícito: el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual.
Por último, cabe mencionar la peor de las posibilidades: que la persona aquejada termine cometiendo violación.
Si sospechas que eres adicto al sexo, el mejor curso de acción es acudir de inmediato a un especialista. Me refiero específicamente a un psicólogo, un psiquiatra, o un sexólogo que con toda seguridad te remitirá a alguno de los dos primeros.
Recuerda que las causas de la adicción sexual son psicológicas, así que necesitas trabajar en ello con ayuda profesional. La buena noticia de todo esto es que tiene solución.
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Esta entrada ha sido publicada el 29/04/2020 10:30
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